Mermelada de kiwi

Seguimos con las frutas de temporada y las recetas para aprovecharlas y consumirlas de diferentes maneras. En este caso le toca al kiwi, una fruta tan bonita por dentro como beneficiosa para nuestro cuerpo.

Cuando pensamos en vitamina C seguramente lo primero que se nos viene a la cabeza es la naranja ¿verdad? Pues el kiwi nos aporta el doble de vitamina C, así que consumiendo una pieza al día casi completamos el aporte recomendado diario... Por si esto fuera poco, el kiwi, además de otros múltiples nutrientes, nos aporta fibra, así que es una fruta ideal para cuidar el tránsito intestinal.
Pero aún sabiendo todo esto, much@s de nosotr@s dejamos de consumir algunas frutas por aburrimiento o "pereza", así que para superar esto os proponemos buscar alternativas más apetecibles con ellas. 

Para ello, una buena receta es la de las mermeladas, ya que resultan muy "polivalentes" no solo para untar en tostadas, sino también para endulzar yogures naturales y quesos, para realizar postres (rellenar magdalenas y bizcochos, cubrir galletas, hacer gelatinas...).
En esta receta, por tanto, vamos a hacer una mermelada de kiwi sin azúcar, totalmente natural y saludable, que podéis tomar como modelo para obtener otras mermeladas.

Con estos ingredientes tendremos mermelada para llenar dos tarritos. 

Una vez los reunamos, vamos a pelar los kiwis y a triturarlos bien. 

A continuación, vamos a poner este triturado en un cazo a fuego fuerte. 

Agregamos el zumo de un limón y nuestro endulzante habitual (nosotras para esta receta utilizamos stevia) y removemos bien. 

Bajamos el fuego y dejamos que nuestra mermelada se vaya espesando poco a poco. 

Removed de vez en cuando y, en caso de que se espesa demasiado, agregad un poquito de agua o más zumo de limón. 

Cuando obtengamos la textura deseada apagamos el fuego y reposamos hasta que se enfríe. 

Guardamos en tarros y los conservamos en la nevera. 

*Si no la vais a consumir en un período de 7 días, os recomendamos que repartáis la mermelada en tarros más pequeños y los envaséis al vacío poniendo los tarros al baño maría durante aproximadamente 30 minutos; de esta manera, podréis guardar vuestras mermeladas durante mucho más tiempo.